De Coyhaique proviene Daniel Gallardo (60), hombre de campo que hace décadas se desempeña como ovejero, primero en Tierra del Fuego y ahora a las afueras de Punta Arenas. Lamentablemente, hace más de un año que sufría de un intenso dolor en su rodilla izquierda producto de una artrosis.
“Para montar a caballo tenía que buscar una buena altura porque no podía doblar la rodilla para tomar el estribo”, dice para graficar los problemas y el dolor que le generaba la enfermedad.
El lunes 10 de julio se convirtió en el primer paciente de Clínica Imet en recibir una prótesis unicompartimental medial de manera ambulatoria, procedimiento que busca reemplazar sólo una parte de la rodilla, logrando ser una cirugía poco invasiva, con menor trauma y con reducido tiempo de recuperación.
“Lo evaluamos bien y se fue a su casa. En menos de 24 horas ya lo estaba controlando y comenzamos con la terapia kinesiológica”, dice el Dr. Patricio Soler, reconocido médico traumatólogo de la región que lideró la intervención, en entrevista con Diario El Pingüino.
El procedimiento se realizó en el Pabellón de Cirugía Mayor Ambulatoria (Unidad CMA) de Clínica Imet, convirtiéndose en un hito para la ciudad de Punta Arenas y también para toda la organización de la clínica privada. “Es la primera prótesis que se hace de forma ambulatoria y en Clínica Imet”, dice el Dr. Soler.
“Es un pabellón de estándar europeo, con los equipos más modernos que hay en la región. Incluso me atrevería a decir que es el pabellón ambulatorio más amplio y grande que tiene la región de Magallanes”, agrega el facultativo.
La propuesta de Clínica Imet sigue la tendencia internacional de cirugías mayores ambulatorias, que tienen como beneficio una considerable reducción en el tiempo de hospitalización y una recuperación mucho más rápida que las cirugías convencionales.
“Eso significa muy poco dolor, con movilidad absoluta apenas despierta de la anestesia, incluso haciéndolos caminar el mismo día”, explica el Dr. Soler.
Algo que comparte el paciente, quien se sorprendió de no sentir dolor luego de la cirugía y salir caminando de la clínica. “Pensaba que iba a tener un dolor mucho más fuerte, pero nada”, dice.
“No sé si exista una operación como ésta, donde te operan en la mañana y en la tarde ya sales caminando”, dice Sergio, el amigo que lo está acompañando en Punta Arenas mientras dura su recuperación.
La gran prueba fue en la casa y una muestra de cómo esta intervención puede mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas. “Nosotros habíamos pensado habilitarle una pieza en el primer piso, pero cuando llegamos ese día subió las escaleras sin problemas. Fue bastante asombroso”, dice su amigo.
“Lo que uno trata de hacer como cirujano es devolverle la anatomía normal que tenía el paciente antes de la artrosis. Es un tratamiento definitivo y es independiente de la edad del paciente. Por lo general se coloca sobre los 60 años. Hasta los 85 años se puede colocar fácilmente. La enfermedad se detiene con esta prótesis pequeña”, explica el Dr. Soler.
Esta recuperación se debe también a la forma de trabajo del equipo de la Unidad CMA. “Se está trabajando de una forma muy distinta que no se había podido hacer en ningún centro hospitalario, por lo cual nos sentimos muy contentos y conformes. Creo que se están haciendo bien las cosas, de buen nivel y creemos que deja en una muy buena posición el trabajo que realiza todo el equipo de Clínica Imet”.